[MÚSICA DINÁMICA]
ESG o ASG por sus siglas en español. Hace 20 años la primera y única responsabilidad que tenía una empresa era producir utilidades. Hoy por hoy, a los inversionistas les preocupa más la sostenibilidad a largo plazo para sus grupos de interés, ya sean internos o externos. Aquí nace la importancia de ESG, un conjunto de buenas prácticas aplicadas por las compañías para asegurar esa sostenibilidad integral.
Estas prácticas ESG no son una tendencia o una moda, es la nueva forma de hacer negocios. Y ya modificaron nuestro actuar corporativo. Si bien estas tendencias evolucionarán en los siguientes 15 o 20 años, es nuestra apuesta actual para que los negocios sean realmente sostenibles.
En el último estudio de Mercer, cuando le preguntamos a los inversionistas cómo tomaban sus decisiones de inversión tomando criterio ESG, indicaron que el componente social se volvió el más importante. En efecto, en el último año después de una evolución del 15%, el componente social se ubicó por primera vez por encima del componente ambiental y de gobernanza.
Debido a estas nuevas prioridades han surgido múltiples cambios en las organizaciones, 4 macro tendencias, 5 retos y oportunidades, 5 pilares para implementar correctamente el componente social de ESG. Estas son las cuatro macro tendencias que están afectando la evolución del trabajo, llevando a las empresas a tener mejores prácticas en estos aspectos es de ESG. El cambio tecnológico, las transformaciones sociales, el cambio climático, el impacto del Covid-19. Y así se han establecido 5 retos y oportunidades de trabajo en la fuerza laboral de las organizaciones a nivel global.
El primer reto u oportunidad es la divergencia en la compensación. Las crisis económicas y su efecto inflacionario, así como la pandemia, nos demostró que no todos estamos siendo afectados por igual. Las compañías, al utilizar la inflación como criterio para determinar el incremento salarial, están haciendo mayor énfasis o esfuerzos en los estratos socioeconómicos más bajos.
El segundo reto es el acceso inequitativo a la flexibilidad. Tercer reto, el enemigo silencioso de la salud mental. El cuarto reto es la erosión de la diversidad, equidad e inclusión. Las compañías están aprovechando esta oportunidad para incluir y adoptar otros tipos de fuerza laboral, tales como adulto mayor y personas con discapacidad. El último gran reto y oportunidad que tienen las empresas hoy es la necesidad creciente de upskilling y reskilling de su fuerza laboral.
Por último, tenemos los 5 pilares fundamentales para implementar las acciones que se realizan en el componente social de ESG para su organización. El Foro Económico Mundial y Mercer definieron los lineamientos para afinar estas buenas prácticas, promover salarios justos y justicia social, proporcionar flexibilidad y protección, entregar salud y bienestar, impulsar la diversidad, la equidad y la inclusión, fomentar la empleabilidad y la cultura de aprendizaje.
Los 2 pilares en los que las empresas se están enfocando para desarrollar su estrategia social son, 1, entregar protección y flexibilidad a los trabajadores, 2, entregar salud y bienestar, de tal manera que podamos brindarle el apoyo necesario a nuestros colaboradores en sus retos financieros, personales y emocionales. Hoy más que nunca, las políticas de ESG son imperativas en nuestros negocios, y el componente social el siguiente foco de atención de organismos internacionales y de su actuar corporativo.